martes, 16 de noviembre de 2010

Toma una Semilla! (Primer Proyecto)

Dentro de las primeras semanas de clase, nos enfrentamos al primer proyecto dentro de la asignatura. Este proyecto consistía en realizar un objeto artístico-comunicativo, a partir de materiales reciclados y del diario vivir. Plásticos, papel, botellas vacías, algo de pintura, cartón y cuerda, son algunos de ellos que eran primordiales para realizarlo.

Nuestro grupo se centró en la creación de un objeto, en el que las plantas fueran uno de los “materiales” principales. Inicialmente, tuvimos una idea de “jardines en los techos”. Esta idea se basaba en realizar una serie de mini jardines, con diferentes temas y situarlos en los techos de la universidad para enviar el mensaje, que estos espacios que son subutilizados, podrían tener un uso mucho más importante, si lo pobláramos de diferentes especies de plantas. Al crear estos techos verdes, estaríamos ayudando a nuestro medio ambiente y creando una atmósfera más sana para la universidad.
En el momento en que nos enfrentamos a los materiales, nos topamos con la dificultad de manipularlos. Trabajar con tierra, madera, papel, agua, fue un poco engorroso. Esa primera idea inicial, no la vimos muy viable de realizar y fallamos en el intento. Con el reto de sacar el adelante este primer proyecto, rediseñamos nuestra propuesta inicial a una más sencilla y con la que nos sentíamos más a gusto. Esta idea se basaba en realizar materas y mini jardines a partir de objetos reciclados. Cualquier botella, cualquier caja olvidada en el sótano, es un recipiente en potencia para la vida de una planta.
Empezamos a pintar, pegar y a realizar nuestras materas recicladas, al mismo tiempo que íbamos trasplantando nuestras maticas. Al final, terminamos con una caja, con varias materas adentro, y una serie de semillas para que las personas que fueran pasando, tomaran una y pudieran sembrarla posteriormente en sus casas. Situamos nuestro objeto en Willie Wonka, encima de los basureros. Ese fue nuestro primer error. El lugar era muy poco apropiado, ya todo el que pasaba, pensaba que era simplemente un objeto que habían puesto ahí, debido a que no cabía en el basurero. Es decir, le quitamos a nuestra propuesta todo su valor, y lo convertimos literalmente en basura. Al percatarnos de este problema inicial, cambiamos la ubicación de nuestras materas y las ubicamos encima de una mesa. La respuesta a nuestro proyecto cambió. Las personas se empezaron a acercar, a preguntarnos que eran y algunos de ellos se animaron a tomar una semilla.

Con este primer proyecto nos dimos cuenta de la importancia de planear las cosas con tiempo. De escoger correctamente los materiales y pensar en la forma estética que va a tener este objeto artístico-comunicativo. Tal vez no fue de los más exitosos, pero nos sirvió muchísimo como experiencia, para que a la hora de realizar nuestra instalación final, tuviéramos en cuenta todas esas variables que no se deben dejar al azar.

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